En la cultura celta, si bien no puede decirse que sea matriarcal, sí es cierto que las mujeres tuvieron más poder que después de la conquista romana. Existen fuentes clásicas que hablan de druidesas o sacerdotisas, mujeres que dieron su vida a los dioses y que podían llegar a ser muy influyentes. Los romanos usaron sus supuestas habilidades proféticas y les dieron la dudosa reputación de hechiceras, aunque realmente sólo fueran mujeres que habían elegido una vida religiosa.
Diversos autores helenos o latinos, mencionan a las “dryades” o mujeres druidas, menciones que corroboran lo que se ha encontrado desde las fuentes celtas, que en general son escasas pero precisas.Se conoce la historia de una druidesa llamada Eponina, tanto mencionada por Tácito como por Plutarco, entre los celtas lingones. Su nombre evidentemente recuerda a la diosa gala Epona y a esta mujer-druida como una sacerdotisa o guardiana de su culto.Esta druidesa, casada con un revoltoso y rebelde celta, ya romanizado como fue Julio Sabino que puso en jaque a las tropas romanas, allá por el año 69 de nuestra era, fracasó en sus intentonas de revuelta. Huido y ocultado del poder de Roma, fue ayudado durante 9 años por su esposa a pasar mas o menos desapercibido, siendo ella la embajadora y portavoz de éste, ante Roma, para pedir el fin de su persecución. No lo logró y apresado Julio Sabino, fue ejecutada junto a éste por órdenes del emperador Vespasiano.
Tácito menciona a una vidente entre los búcteros, tribu teutónica, llamada Veleda. Los teutones eran racialmente germanos, pero tan celtizados, que prácticamente pueden considerarse celtas.Su propio nombre deriva de la palabra celta Tuath, y sus dios principal era Teutatis. Veleda era más que una druidesa, era un oráculo viviente, personalidad política de mucha relevancia tanto entre amigos como enemigos. Mediadora entre tribus y entre pueblos.
En los mitos galeses se menciona a Ceridwen, descrita claramente en el concepto que los cristianos tenían de una druidesa: Una bruja hechicera hacedora de pócimas y encantamientos varios. Imagen que por otra parte ha trascendido notablemente incluso a la sociedad actual., aunque alejada de la realidad. Las druidesas eran mucho más que simples hechiceras, magas, hacedoras de pócimas o encantamientos. Toda una filosofía de vida se cultivaba desde el aprendizaje hasta sus enseñanzas. Si bien es cierto y justo reconocer que al principio de la Iglesia cristiana celta en Irlanda particularmente, las mujeres fueron contempladas como iguales a los hombres, como lo habían sido anteriormente con la vieja religión.
Hay que tener presente el fascinante papel dé las mujeres en la sociedad celta, en contraste con su posición en otras culturas europeas. Los derechos y el status de las mujeres celtas superan,con mucho, al de aquellas de Grecia y Roma. La mujer celta tenía la opción de acceder a la casta guerrera o incluso derivar en reina, embajadora o “jueza” y hasta ser divina o semi-divina, venerada y apreciada, a veces incluso temida entre su gente como diosa o hada.
Hay datos de una comunidad de sacerdotisas femeninas que Pomponio Mela localizó en Sena, a orillas del Mar Británico, que según parece estaba formada por nueve sacerdotisas virgenes especializadas en profetizar el futuro y relizar curaciones mágicas, también en provocar tempestades y en transformar personas en animales. Es posible que ecos de estos cultos druídicos femeninos sobreviviesen, por ejemplo, en los ritos realizados por las monjas del monasterio irlandés de Kildare, que mantenían un fuego perpetuo en honor de Santa Brigida, santa cristiana continuadora de una antigua divinidad indoeuropea.
2 comentarios:
Reconozco que se poco de los celtas,
pero me encanta todo lo que nos dejaron.
Me gusta visitar las ruinas de nuestro pasado.
las ruinas de los celtas y su musica
no tienen desperdicios.
Fantástico blog.
Sería fantástico que lo retomaras para aportarnos más de tus reflexiones.
Saludos cordiales.
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